miércoles, 8 de mayo de 2013

... QUE DIGO YO QUE, SI RECORTAMOS DE AQUÍ Y DE ALLÁ...

Tito Ortiz.- Ya que éstos/as chicos/as que nos desgobiernan, a la hora de apretar el cinturón a los ciudadanos no tienen misericordia, mientras que el suyo lo dejan muy holgero, se me ocurre que podríamos darles algunas ideas, con el fin de que todos los palos no vayan al mismo burro. Creo que es muy democrático repartir la pobreza, de tal forma de que la clase política y sindical no salga siempre indemne, y los que dependemos de una nómina vayamos con la soga al cuello y cada vez más apretada. Sólo con lo que éste país ahorraría si quitara las diputaciones de en medio, saldríamos de la crisis de sobra. Las competencias de los órganos provinciales, serían asumidas por las distintas delegaciones de las consejerías de las respectivas autonomías, y todos tan contentos. Pero eso sería borrar de un plumazo, miles de puesto de políticos que mangonean a su antojo, que meten en plantilla a su familia y amigos y que prevarican con la normalidad con que un camionero castizo, desayuna su habitual carajillo en su venerada venta de carretera. Los hay honestos, lo sé, pero como no son capaces de frenar a los descarriados, unos por acción y otros por omisión, en mayor o menor medida, todos son responsables, y si no me creen, formemos una comisión de investigación en la que sólo participen ellos, ya verán como no dará ningún resultado, hoy por mi, y mañana por ti. Si sacáramos a los políticos y sindicalistas liberados, de los consejos de administración de las cajas de ahorros, ahorraríamos lo suficiente como para arreglar de una vez por todas, la A-7, Autovía del Mediterráneo, que en llegando a su kilómetro 513, lleva años desviada a un solo carril, porque cuando no es la lluvia, es la sequía, el caso es que el terreno avanza como el andarín de Colomera, y no hay forma humana de ver los cuatro carriles en perfecto estado, para que coger la dirección Sorbas o Tabernas, no sea un fiasco, como ocurre desde que el Estado dejó de serlo, para convertirse en el hazmerreír de Europa, a pesar de ser éste, un punto vital para la salida de los productos almerienses vía Murcia y, por lo tanto, hacia el resto del continente. Si los políticos vivieran donde tienen el tajo, nos ahorraríamos millonarias dietas y pernoctaciones, con cargo al contribuyente. Los hay que incluso los fines de semana adelantan su regreso a casa, y con el pretexto de convocar una rueda de prensa sin interés, se embolsan la correspondiente dieta de toma pan y moja, por todo el morro, y nosotros a pagar, que para eso estamos. Bueno, para eso y para votarlos, y así puedan tranquilizar sus conciencias, para robarnos a manos llenas, sin límite ni cortapisa. Cada persona, un cargo. No un concejal con siete puestos en consejos de administración en cajas, empresas municipales, participadas, públicas y privadas según convenga a la oligarquía circundante. Y no me vale lo de que sólo tenga un sueldo, porque si luego le añadimos las dietas por asistir a las sesiones, que se supone son su trabajo, el montante a final de mes es millonario y todos con cara de imbéciles aguantando el tirón, que en éste caso es tanto de cartera como de ética, algo esto último, de lo que carecen bastantes políticos/as y sindicalistas liberados, o no. De ahí que el último primero de Mayo, ya haya sido un clamor, que pese a atravesar el peor momento de la crisis laboral, haya sido el año que menos personas han ido tras las pancartas de los sindicatos mayoritarios, que lejos de arreglar sus problemas internos, ha optado por arremeter contra medios y periodistas, pese a que el profesional de la información, sea más antiguo que la propia dirección del sindicato, en el mismo. Los trabajadores no podemos ser deudores eternos de los logros sindicales de hace décadas, cuando vemos la ineficacia de los liberados y los que no lo están, también. Que dejen ya de chupar la sopa boba, mientras los periodistas vamos al paro, ante la pasividad de los que deberían defender sus derechos. ¡Sin periodistas no hay democracia, Manuel!. También hay sindicalistas honestos y que trabajan por sus compañeros, yo los conozco, sé quienes son y son mis amigos, pero hay un porcentaje muy elevado de ellos, que demuestran a la sociedad y a sus compañeros, que no hace falta estar liberado para defender a los trabajadores, la experiencia dice que se defiende mejor desde el tajo, y no al revés. Ya está bien de creerse habilitado, con sólo colgar unos panfletos en el tablón sindical, usando ordenadores, luz, agua, teléfono, fotocopiadora, papel e impresora de la empresa para asuntos particulares, sin que en años, se hayan aprendido ni el nombre de sus compañeros ni el turno que tienen. Sindicalistas de boquilla, de pancarta y pandereta, de soflama fácil, y de guerra sin cuartel hacia los compañeros que los descubren y no se dejan engañar. A que nivel llegarán, que en lugar de denunciar a la inspección de trabajo a la empresa por las numerosas irregularidades que comete a diario, denuncian a éstos compañeros que nos les ríen las gracias, y que los desenmascaran todos los días, como parásitos de un sistema sindical rancio y podrido, que no da respuestas a los trabajadores, cuando estamos atravesando la peor de las crisis desde la transición política. Recobrad el juicio si alguna vez lo tuvisteis, pedid la reincorporación al trabajo y quemad el carnet sindical. Para el caso que os hacen.

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