lunes, 27 de junio de 2011

¿HAY VIDA ANTES DE LA MUERTE?

Tito Ortiz.-

Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero, porque no muero. Con ésta frase tan original que se me acaba de ocurrir a mí sólo, comienzo, cual plañidera, a relatar mi sin vivir, que me hace llegar a la conclusión de que dios no existe, o al menos, en lo que a mí respecta, está mirando para otro lado desde hace muchos años. Eso, sin entrar en que si dios hizo el mundo, ¿dónde estaba el día anterior?, y lo que es peor, si el mundo se formó a partir de un big bang, ¿dónde estaba esa materia un par de días antes?. Estoy convencido de que nos están tomando el pelo, y nadie nos dice la verdad de lo que somos, de donde venimos y a donde vamos. Los científicos mantienen, que lo que nos diferencia de los animales es la inteligencia, y yo digo que no. Que lo que de verdad hace diferente al hombre, del resto de la fauna terrícola, es la cocina. Si, la forma de guisar y preparar los alimentos es lo que nos hace ser distintos a los gorilas o las ranas. Nosotros no admitimos los alimentos crudos – por regla general – y además, hemos hecho todo un arte de la cocina, del que viven del cuento unos atodenominados gastrónomos, que sin pasar por universidad alguna, tienen patente de corso, para decir que es bueno, y que es malo en la cocina, de tal forma que, o les invitas con agrado en tu negocio, o sufres las iras de santón fogonero, que sin más respaldo que el medio en que publica, se cree el dios de la gula, aunque se tenga por ateo.

La culpa la tiene éste sistema de enseñanza, que en los últimos treinta años ha cambiado una docena de veces, y ha vuelto locos a algunos profesores, hasta el punto, de que siendo docentes de instituto, por extraña enajenación mental, que emana de cierta frustración académica, tratan a los estudiantes como si ya estuvieran en la universidad, no por subirles el nivel a los chicos, sino para creerse ellos que son profesores de universidad, cometiendo dos crímenes; El de juzgar a todos los niños por igual, intentando que todos asuman las enseñanzas al mismo nivel de comprensión, cosa no harto imposible, sino, imposible de conseguir, dejando de esta forma un reguero de cadáveres, que irán engrosando las filas del absentismo estudiantil, cuando no, las de la aversión a los libros de por vida, mientras ellos en la sala de profesores, se pavonean pensando que, ya quisieran en la universidad, ser tan buenos y exigentes como en el “insti”. Ante estos profesores, me pasa como con los prospectos de las medicinas, los interpretes como los interpretes, siempre te dejan frío. En uno puedes leer que en el ochenta por ciento de los casos, no se han descrito efectos adversos. Mientras que en otros te dicen que, en el veinte por ciento de los casos pueden presentarse efectos nocivos. Los laboratorios nunca se equivocan. Los políticos tampoco. Hace algún tiempo escuché a uno decir que la tarasca había salido a las calles vestida de Mariana Pineda, dándole así una coz a la historia y al vestuario del siglo XIX, tan sólo al alcance de los lerdos. Como el que conduce la máquina barredora, que deja el asfalto perfectamente engrasado, para que los motoristas nos estrellemos cada mañana, y en el caso de Armilla, el kamicaze que sube por la Calle de Las Campanas en dirección prohibida, para que no sólo te vayas al suelo, con el barrillo resultante de los ineficaces rodillos friega calles, sino que si te salvas de eso, te da la oportunidad de que te estrelles contra su barredora limpiadora. El caso es morir cada mañana, gracias a las máquinas de los cepillos giratorios, que llevan el pirulo naranja apagado, y a su conductor con unos cascos escuchando el “emepetres”, para que no se percate de nada de lo que ocurre a su alrededor. Aunque no están solos. Cuentan con la inestimable colaboración de gran número de dependientas de comercios, muy limpias ellas, que una vez fregado el local, arrojan a la calzada el agua sucia y jabonosa, para que tu que vas en moto, te dejes los sesos, bien pegados al asfalto. Es absolutamente incomprensible. Como también lo es, que en un hotel de cinco estrellas en la Gran Vía, no tengan estos días el aire acondicionado puesto en la cafetería, a la hora de la cerveza, lo mismo que en el otro cinco estrellas de la calle san Antón, que además tiene las puertas del jardín abiertas, para que a la una de la tarde del Sábado de feria, te dé un golpe de calor, si se te ocurre la feliz idea, de entrar de la calle a la diminuta barra, y pedir una cerveza fresquita. Si todo esto ocurre, cuando el entusiasta gudari del Bildu, que ahora regenta la casa consistorial de San Sebastián, decide quitar el retrato del rey, otro de sus colegas arría la bandera española de su mástil, y el socialista de Mollet del Vallés, se sube el sueldo, comprenderán amables lectores, que uno se pregunte si de verdad esto es vida, si no será más cierto, que cuando morimos, es cuando de verdad nacemos, porque da la impresión de que éste es el auténtico infierno, y no, con el que nos asustaban de niños. ¿Existen los agujeros blancos?, ¿Es verdad que soy votante del PSOE?. Si me reconoce por la calle, por favor, lléveme a mi casa.

martes, 21 de junio de 2011

DE CUANDO EL HONOR Y LA HONESTIDAD, COSTABAN LA VIDA.

Se llamaba, Manuel Fernández-Montesinos Lustau, fue médico profesional, y político vocacional. De carácter alegre y vitalista, me contaron los que le conocieron, que siempre veía la botella medio llena. Tenía una bandera; el servicio a los demás. Por eso se hizo médico, y por eso mismo, fue alcalde durante la república, fusilado por los sublevados. Era hijo de un alto cargo de la Banca Rodríguez Acosta en Granada, donde estudió Medicina obteniendo el título en 1921. Nueve años después, se casó con Concepción (Concha), hermana de García Lorca, con la que tuvo tres hijos, Vicenta, Manuel y Concha.

Miembro del PSOE, fue elegido concejal de Granada, el 12 de abril de 1931, en las listas de la Conjunción Republicano-Socialista. Sus ideas sobre la justicia social, el sistema de enseñanza para todos, la comunión con los postulados de Fernando de Los Ríos, y su frecuente aceptación de los idearios krausistas, le llevó al panenteismo, o racionalismo armónico, odiado por Franco y sus secuaces, que a falta de estudios y formación, los tildaban de comunistas o masones, aún a sabiendas, de no saber que significaban éstos calificativos, que los fascistas utilizaron como insulto. Junto a Luís Fajardo Fernández y Carlos Morenillas, fue autor en 1932 de la ponencia, "La conveniencia de formar parte de la Mancomunidad Andaluza", solicitada por el ayuntamiento de Granada para ir a la Asamblea de Córdoba, sobre el Estatuto de Andalucía y, en la que se muestra, contrario a la integración de Granada, dando muestras una vez más, de su libertad de pensamiento y obra, algo que entonces se interpretaba dentro del PSOE, como riqueza intelectual de la militancia, y que hoy sería motivo de expulsión de sus filas, pues ya se sabe, que o le haces el caldo gordo al jefe de la ejecutiva, o por muy razonable que sea tu planteamiento, pasarás a ser tratado como un traidor, enarbolándose contra ti y los tuyos, la bandera de la disciplina de partido, algo que ha terminado con la iniciativa, y por supuesto, con la aportación de ideas de cualquier militante, sin distinción de casta, grupete, o pandilla de camaradas a la que pertenezca. En el socialismo ahora, se sigue a raja tabla aquello de... el que no está conmigo, está contra mí, sin importar las ideas, y la lealtad, aquí no quieren militantes que aporten sabiduría, sabía fresca o la voz de la calle, lo único que se permite son seguidores con fe ciega en el líder, y sin rechistar, más al estilo de una secta que de un partido democrático, porque si te mueves, no saldrás en la foto. Por eso hay – desgraciadamente – militantes que se sorprenden, y otros hasta se ofenden, de que haya existido un movimiento como el de los acampados indignados del 15M, a los que han mirado con desprecio, como diciendo... ¿Pero estos niñatos, que es lo que quieren?. Y eso da una muestra muy preocupante, de la percepción que tienen los socialistas de lo que pasa en la calle. Es como si ellos no pisaran las aceras, como si levitaran para no mezclarse con la plebe. Los socialistas han fracasado en el conocimiento de la realidad social del momento, porque van a comer donde solo comen socialistas, van a desayunar donde solo lo hacen los compañeros de partido. Sus horas de ocio las disfrutan entre familias de camaradas, los hijos van a los mismos colegios, y haciéndose ellos una piña, se han apartado del resto de los ciudadanos de a pie, y de los contrincantes políticos, encapsulándose en una burbuja, que les impide ver la realidad, y que le lleguen los ecos de los sensatos ciudadanos, preocupados porque un partido de izquierdas, cada vez lo es menos. Porque un partido democrático, a nivel interno, cada vez lo es menos. Porque a base de no oír a la militancia de base, a la que sólo se le permite participar de campaña en campaña, para pegar carteles y repartir propaganda, se han construido un mundo tan distinto a la realidad, que no saben como están los ciudadanos, ni lo que necesitamos, ni lo que nos afecta. Todo lo contrario de “Manolito”, como lo llamaba su cuñado, Federico García Lorca, que no sólo tenía permanentemente abiertas, las puertas de su despacho en la Plaza del Carmen, a la espera de que irrumpiera cualquier vecino, con su pequeño o gran problema, sino que además, si hacía falta, lo atendía como médico, y le recetaba remedios boticarios para sus males. Hoy los alcaldes viajan ocultos entre cristales tintados, con escoltas numerosas, y no se dejan abordar por las criaturas, a no ser que estén en campaña y los periodistas estemos cerca para poder inmortalizar el momento magnánimo y condescendiente.


Destituido tras los sucesos de Octubre de 1934, la corporación municipal es sustituida por una gestora por orden del gobierno radical-cedista, y Manuel recupera su acta de concejal tras la victoria del Frente Popular, en las elecciones de Febrero de 1936. El 1 de julio sustituyó en la alcaldía a Luís Fajardo Fernández. Tras la sublevación que dio origen a la Guerra incivil española, el 20 de julio fue detenido por los golpistas, en el salón del Ayuntamiento, junto con otros concejales y militantes socialistas, siendo fusilado la madrugada del día 16 de agosto de 1936, en las tapias del cementerio de Granada. ¿Cave mayor sacrificio por una ciudad y sus ciudadanos?. En los tiempos que corren, es del todo impensable. Salvador Vila, Rector de La universidad granadina entonces, corrió igual suerte en la famosa colonia de Víznar, donde acabaron Federico y tantos otros. También fue fusilado, Virgilio Castilla, el presidente de la Diputación de entonces. Cuanto ejemplo, para tanto inepto actual, cuando no, corrupto. No me extraña que la familia de aquel honorable alcalde, continúe impidiendo que sus restos mortales, inauguren el nuevo panteón de personajes ilustres de nuestro cementerio.

martes, 14 de junio de 2011

ISLANDIA MON AMOUR

ISLANDIA MON AMOUR

Tito Ortiz.-

Cuanto nos queda por aprender aún, de países tan extraordinariamente clarividentes como Islandia. No puedo explicar cuando escribo, si será por estar rodeado por el océano Atlántico, por su actividad volcánica, por su falta de horas solares, o por su vinculación vikinga. Los islandeses, son expeditos a la hora de solucionar sus temas. Allá por 1550, tuvieron problemas de fe, y no se lo pensaron. Decapitaron al obispo católico, Jón Arason, a sus dos hijos, únicos herederos y algún familiar allegado, con lo cual, dejaron la puerta abierta al Luteranismo, hasta nuestros días su confesión dominante, si es que no quieres perder la cabeza, claro. Pues en materia de política, los métodos suelen parecerse. Los españoles hemos sido – como el resto de europeos – engañados por políticos y banqueros, y no contentos con eso, nos han obligado a pagarles sus desatinos ideológicos y económicos, retrotrayendo nuestro bienestar a dos década atrás, sin esperanza de recuperarlo al nivel que teníamos, hasta pasados diez años, o sea, que muchos ya no volveremos a recuperar lo perdido, gracias a la ineptitud de unos y a la sinvergonzonería de otros. Pues mientras que los españolitos hemos sido corderitos dóciles y nos hemos rascado el bolsillo, para que los señores banqueros y los cómplices políticos no bajen su nivel de vida y sigan disfrutando a nuestras expensas, los islandeses, más sensatos y juiciosos que nosotros, han puesto a sus políticos y banqueros a disposición judicial, mientras nosotros nos hemos conformado con pasar hambre y frío, en acampadas disueltas por la policía, dando muestras una vez más, de nuestra supina ignorancia, y dando validez a quienes pregonan, que tenemos la clase política y banquera que nos merecemos. Y ante esto, yo no puedo quitarles la razón, pues nos roban a cara descubierta nuestro dinero y nuestro futuro, y nosotros nos lamentamos, pero como borregos bien amaestrados, vamos y los votamos, para que ellos se limpien el ano con nuestros votos, porque no creo que los ciudadanos que han votado al PSOE, al meter la papeleta en la urna, hayan autorizado con su gesto, que auténticos delincuentes políticos, pacten para que con votos socialistas, gobierne el PP en varios ayuntamientos, mientras los huesos de Pablo Iglesias, dan saltos en su tumba, y de su calavera salen sapos y culebras.

También se retuerce en su ataúd, la noble osamenta de Dolores Ibárruri, al comprobar muerta de espanto, como sus camaradas de izquierda hundida, han puesto en la mano, el bastón de mando de cuarenta ayuntamientos, la los herederos ideológicos de la España de Franco. Quién le iba a decir al señorito burgués de Baena, Luís Carlos Rejón, que su famosa pinza tendría tanta vida a lo largo de los tiempos. Estos comunistas de boquilla son la leche, como los que salen del armario en plena campaña, son graciosos, vamos a mí me dan más risa, que una folclórica borracha, cantando el Only You. Añoro los tiempos de gente comunista seria como, Nicolás Sartorius, Cristina Almeida, Jaime Ballesteros, Javier Terrientes, Pepe Guardia, o Damián Pretel, que pena que su legado ético y político, haya caído tan pronto en saco roto. Izquierda hundida, con su comportamiento de “pacteleos”, mueve a risa, mucha risa, más que los andalucistas... que ya es decir. ¿Hasta cuando pensarán estos artistas, que pueden seguir engañando a sus votantes, haciendo un uso deleznable de los votos, que finalmente son dirigidos en sentido contrario al que desea el que lo deposita?.

Mi esperanza está en manos del 15 M, para que vayamos concienciando a los ciudadanos, de que a éstos artistas, hay que meterlos en la cárcel, que no pueden ejercer la política o las altas finanzas, con blindaje de inmunidad, para hacer a su antojo lo que les plazca, a costa de la ciudadanía, que no pueden hacerse ellos cada vez más ricos, y los ciudadanos cada vez más pobres, todo porque al ser bancarios o políticos, se han autoconcedido riqueza e inmunidad de por vida, tras el noble ejercicio de tomarle el pelo a las criaturas y dejarnos a todos en la indigencia y con las pensiones pendiendo de un hilo. Que ya no aguantan ni los disciplinados togados, que el Foro Judicial Independiente, ha considerado "bastante sensato" que el vicepresidente del Tribunal Constitucional Eugeni Gay, y los magistrados Javier Delgado y Elisa Pérez Vera, hayan presentado su renuncia con la intención de forzar la renovación de esta institución. Que Javier Varona, ha calificado de "espectáculo", la situación que sufre el alto tribunal teniendo en cuenta la tardanza en la renovación de sus plazas, que está pendiente en el Congreso de los Diputados desde el pasado noviembre, que se dice pronto. Varona con buen juicio, ha tildado de "lamentable", que los partidos se olviden de nombrar a los mejores y opten por designar a los más afines a ellos. En lugar de seguir criterios de mérito y capacidad y elegir a juristas de reconocida competencia, ha advertido de que los grupos optan por nombrar a "licenciados en derecho proclives a su partido". "Eso no puede ser. Si se buscase a los mejores no habría ese problema. Y esto que es tan sencillo, ¿tenemos que oírlo cuando ya no existe solución? Éste país se ha convertido en un sainete, donde las elecciones, las ganan los partidos que más implicados tienen causas pendientes en la justicia. No cabe mayor desvergüenza. Estamos al mismo nivel de cosa nostra. O los echamos, o nos vamos.

martes, 7 de junio de 2011

ROMANCE DEL CONDE DON NUÑO

Asido a las bridas de su corcel iba el conde don Nuño, cuando de pronto, reparó en el caballo del reloj. A punto la hora de ánimas, el caballo que soporta al desnudo jinete, levantó su larga cola, y de su esfínter anal comenzaron a salir unas bolas doradas, al oro viejo, diría el noble, que fueron cayendo sobre los acampados, que en duerme vela, aguardaban la bienvenida de los cigarrones. Era una noche más, a la espera de nadie, tras un movimiento del 15 M, que cada vez menguaba más, en presencia, operatividad e ideas claras. Cuando la lluvia de boñígas amainó. El conde don Nuño, con su cabeza bajo el brazo, pero sin perder la apostura, ordenó al arabehispano, que fuera caracoleando por entre las tiendas de campaña, sorteándolas, al igual que los sacos de dormir, y los plásticos desvencijados, cuán zoco etílico, ayuno de cordura.
Buscó el conde al infanzón entre los suyos, y no estaba. Tampoco entre la plebe apareció, así que cuando se disponía a salir de la plaza, dieron los cuartos en el reloj, su caballo quedó quieto, y de entre el cartonaje, apareció un juglar, que soplando una sobada flauta, parecía llamar su atención sobre lugar tan yermo y ávido de hidalgos. Apretó el conde su mano siniestra bajo la barbilla de su cabeza, que como los nardos, apoyaba premonitoriamente en la cadera, y soltando correa, aceleró el paso. Sin desprenderse de su testa, en un alarde, cual suerte de saltimbanqui, de un brinco quedó enhiesto al lomo derecho de la cabalgadura, al tiempo que dos chispas saltaban del adoquinado, al roce de sus estrelladas espuelas. Preguntose para si, que diablos hacia él, en el antiguo convento del Carmen, escudriñando acampados, receptando gruñidos de indignados, como blanco de las miradas ausentes de desocupados, que habíanse dado cita en la plaza para “goler” cualquier atisbo de algarada.

Resuelta sonó la voz del declamante, que a modo de gallo en amanecida, kakareó varias veces, haciendo resonar los soportales, y a eso del crepúsculo, todos pusiéronse en danza, hartos de hambre y ayunos de baño, como pollos sin cabeza deambulaban de un lado a otro, saludándose mecánicamente, con gran contento de seguir un día más en la plaza, y de que sus costillas estuvieran todas enteras y en su sitio. Las criaturas eran felices con poco. A saber: Que los dejaran estar allí como los nichos en cementerio... a perpetuidad. Que no les pegara la policía, y que nos les obligaran a ducharse. Lo de miccionar en la esquina más cercana, es algo que se da por hecho, y la posibilidad de defecar al aire libre, también, porque es muy ecológico, y además, se comparten las moscas, hecho éste notoriamente solidario para el colectivo, que por cierto, no es el que tiene la coleta más larga.

El escribano, apostado en el balcón consistorial, con binóculo de fino mango, apuraba el segundo tintero, sin que nada ocurriera reseñable, a no ser la bondad de lo cotidiano, que forzosamente es aburrida, cuán sesión parlamentaria en el congreso, despojada de insultos y descalificaciones, porque atrás quedaron muy olvidados los tiempos en que el hemiciclo, era puesto como ejemplo de excelente oratoria y buen hablar. Ahora sus señorías, a juzgar por las actas de las sesiones parlamentarias, pasaran a la historia y serán estudiadas, por su facilidad para escupir piedras, mientras hablan los unos contra los otros, pues nunca antes desde Cromañón, estuvo la clase política tan al nivel de la alpargata, dada su zafiedad, agresividad, carencia de ideas, y riqueza en impulsos animales irracionales, como algún consejero de educación, o senador destripaterrones, que ya han dado muestras sobradas de su excelsa incompetencia, y de sus tic,s dictatoriales, pero que sorprendentemente, aún continúan arropados por los suyos, - cada vez menos - que tal vez pagan con ello, algunos favores anteriormente recibidos. Pero la vida sigue en la plaza. En ésta plaza mutante, donde la esquina de “Paños Ramos” es ahora la de la ONCE. Donde el café “Lisboa “ de Pellejero, ha mutado, en tienda de moda taurina, donde el conde don Nuño, queda apostado a la espera de su presa, que no es otra, que un menesteroso funcionario, que alquila por unos maravedíes al mejor postor, varias máquinas trituradoras de documentos, que dicen que con el tiempo serán muy útiles, en el traspaso de poderes políticos, porque dentro de algunos años, no bastarán las alfombras de los despachos, para ocultar los cadáveres, del innoble ejercicio de la política y el trinconeo. El conde es consciente, de que necesita una de éstas máquinas come papeles, pero de ranura amplia, pues es su propia testa cubierta ante el rey, la que quiere meter por la abertura. Y quiere hacerlo con tiempo, porque aunque ahora no le toque abandonar morada y oficio, sabe como que hay dios, que algún día vendrán mal dadas y tendrá que tomar las de Villa Diego. Y entonces, a lomos de su corcel, dirá adiós a riquezas y dispendios, para vergüenza de propios y extraños, pues algo ocurre en la nobleza, que cuando manda sobre el pueblo, mangonea en desatino y provecho personal, hasta el hastío para escarnio genealógico. Que más vale vástago apaleado a tiempo, ante la insinuación de dedicarse a lo público, que descendiente prevaricador esposado, entrando a la sala de justicia por cohecho y desacato. Suena la campana de la Vela al riego de la vega. Se encabrita el caballo de don Nuño que se levanta a dos patas. Al coger las bridas con dos manos, suelta sin querer el conde su cabeza bajo el brazo, que rueda por la plaza a la carrera, con tan mala fortuna, que el acequiero que abrió compuerta sobre el Darro, por los pelos no pudo hacerse con ella, y aguas hacia el Genil va gritando... Nunca fui a Granada. Con sus malafollás acreditados, ya es suficiente. Entre ellos mismos ya se matan. ¿Para que perder el tiempo?

jueves, 2 de junio de 2011

TRÁS LA ACAMPADA

TRAS LA ACAMPADA

Tito Ortiz.-

En mis tiempos, la acampada eran los cursillos de cristiandad, pero en la mili. Ahora la acampada es un fenómeno que lleva por nombre el de la virgen de Mayo. O mejor dicho, el día de San Isidro Labrador, que ya quisieran muchos de los acampados, tener siquiera un trabajo de labrador en algún sitio, pero que pocos sabemos hacia donde conduce, incluidos gran parte de los acampados. Los movimientos asamblearios es lo que tienen, que lo mismo escuchas una propuesta de lo más atinada, que una patochada de toma pan y moja, porque hablan todos, y hasta algunos que no saben lo que hablan. La acampada surge como protesta del poder establecido, por habernos llevado hacia una crisis, en la que los perjudicados somos los de siempre, y los que no la notan, también… los de siempre. Se acampa contra los partidos y los sindicatos, fundamentalmente, porque no nos sentimos representados en ellos, y mostramos libremente nuestra disconformidad con su proceder, pero dudo de que los acampados indignados, hayamos puesto de manera contundente, propuestas sobre la mesa, para acabar con esto, y que no se nos siga confundiendo con los okupas.

Tengo la impresión como decano de los indignados, pues llevo tres años anunciando esto en éstas mismas páginas, o sea, mucho antes de que el centenario francés superviviente a los campos de exterminio nos lo dijera por escrito, por cierto, escrito muy afrancesado y anclado en los cuarenta, con una visión muy parisina y romántica de la resistencia, y poco actualizada con el desastre actual, que sabemos lo que no queremos, pero no tenemos las herramientas para reconducir la situación, o lo que pudiera ser peor, no damos con la tecla. Los acampados van desde los ateneos libertarios y anarquistas, a la proclamación espontánea de la república, aprovechando que Juan Carlos pasa dentro de unos días por el quirófano, y creo que no corren buenos tiempos para la lírica, y mucho menos, para la toma de la Zarzuela, a no ser que sea La Revoltosa, del maestro Chapí, o la que hace mi mujer de mariscos, que está para chuparse, el himno de riego, con manzanilla de Sanlúcar.

Los acampados estamos – al parecer – además de indignados, confundidos, o por lo menos, sin argumentos razonables para levantar las tiendas. Parece como si al dejar las plazas de España libres, se nos fueran a esfumar las ideas, y una vez, acéfalos, pudiéramos vagar eternamente como almas en pena, en dignísima procesión de la santa compaña. Pienso, - no sin gran esfuerzo – que cuando se tienen las ideas y alternativas para solucionar los problemas de ésta sociedad vacua y desencantada, se pueden ofertar sin temor a los que desde hace tanto tiempo nos desgobiernan sin rumbo, y que nos van a dejar en manos de una oposición de mano dura, bota acharolada y correaje resplandeciente, que pronto nos harán recordar con nostalgia, que cualquier tiempo pasado reciente fue mejor. Y todo esto se puede hacer desde casa, sin convertir las plazas en zocos mal olientes. No somos más demócratas, ni más libres, ni más rebeldes, por dormir al raso entre el socorrido cartonaje, a no ser que con ésta ocupación de las plazas, estemos camuflando otros movimientos a los que les interesa ser más numerosos, porque de no ser así, no se le oiría.

Me preocupa que un movimiento ejemplar a nivel europeo, como el que hemos protagonizado en España los indignados de todas las edades y condición social, pueda ser aprovechado y manipulado, por otros colectivos a los que éste caldo de cultivo, les puede ir muy bien, para su mejor visibilidad y presencia en los medios de comunicación. Si los acampados indignados no nos vamos de las plazas, me temo que la ciudadanía que tanto nos ha respetado y admirado, puede que nos confunda con otros movimientos, anteriores al nuestro, y que no por más viejos, han aportado nada a la sociedad ni a su amplia problemática, muy al contrario, la siguen parasitando sin intención de resolver problemas, todo lo más, crearlos, en pos de la algarada pachanguera. No se porque, cuando los indignados tratamos de convencer a los políticos de su error, tiene que salir a nuestro lado, uno que toca los bongos africanos con deleznable tino y peor sentido del ritmo, con cara de colgao y rastras muy sucias, con las que no me identifico, por muy albaycinero que soy. El mensaje de los acampados indignados, no debe ser adulterado, ni manipulado, por otros colectivos inmovilizados en sus trasnochadas ideas, que conducen a ningún sitio. La lección que los indignados españoles hemos dado a la sociedad, y que mediáticamente ha dado la vuelta al mundo, bien merece una ducha, y oler a limpio. La libertad y la democracia, no están reñidas con el agua y dormir en una cama. Ciudadanos y ciudadanas indignados/as, salgamos de las plazas, antes de que otros, las conviertan en un corral indefinido, de muy dudosa ideología práctica.