miércoles, 28 de agosto de 2013

UNA ABUELITA CON AVERSIÓN A ESPAÑA

UNA ABUELITA CON AVERSIÓN A ESPAÑA Tito Ortiz.- Hay una pre-anciana de pelo blanco en Europa, que quiere que nos vuelvan a rebajar el sueldo un diez por ciento, y facilitar aún más el despido, mientras ella casi alcanza los cuatrocientos mil euros anuales, y todavía tiene la desfachatez de no pestañear, cuando dice estas cosas, o aconseja a sus discípulos decir lo mismo para ir propagando la mentira. Es el caso de su perrillo faldero, Olli Rehn, que pasa de los veinte mil euros mensuales, aparte gastos y colegios gratis para sus niños, pero que sin embargo, recomienda que solamente España, se rebaje el diez por ciento del sueldo. Sólo conque la gentuza del Fondo Monetario Internacional, y los que les ríen las gracias en Europa, especialmente en Bruselas, se rebajaran ellos los sueldos, y no se los subieran un once por ciento como la señora de pelo canoso, la crisis ya sería cosa de la historia, pero no, lo que toca es masacrar al pueblo llano, para así continuar acogotándonos con la bota en el cuello en una economía que ellos se han inventado. Su negocio, como el de bancos y cajas españoles, es hacerse ricos y, si les vienen mal dadas, que el gobierno los salve. ¿Cuándo vamos ha hacer los ciudadanos un ERE, para echar a tanto incompetente? La cuerda se tensa entre chinos y japoneses, mientras Corea del Norte y su presidente pelado a lo tazón, sin prisa pero sin pausa, se atrincheran en la ofensiva bélica más tenebrosa de los últimos decenios. Mientras, Egipto no encuentra ya el Norte, ni siquiera la brújula de su futuro. La guerra santa entre ellos mismos, es ya una realidad que nos salpica a todos. Los “hermanos” musulmanes, se bastan y se sobran para masacrarse, sin necesidad de que intervengan los infieles, cuya lengua Alá confunda. La primavera árabe camina inexorablemente hacia un otoño gris, de tonos violáceos, en el que una vez más, un Islam anclado en la noche más tenebrosa de los tiempos, no es capaz de adaptarse a los nuevos tiempos, quemar los burkas, enterrar las armas y dejar de autoinmolarse, causando destrucción y sembrando odio en el resto del mundo, que mira con horror comportamientos nehardentales, fruto sólo de la ignorancia educativa y el fanatismo religioso no escrito. El Corán nada dice de asesinar a los demás. Las lecturas e interpretaciones de falsos profetas, sí. ¡Gibraltar Español. Y Ceuta y Melilla, africanas. ¿Cuántas condenas firmes se necesitan para que Berlusconi entre de una puñetera vez en la cárcel, y la ejecución de las sentencias contra él en Italia, no parezcan un cach... como diría Pedro Pacheco? Vamos a tener que admitir que la mafia, o cosa nostra, es el mejor sistema político para el país de los espaguetis. Me resisto a pensar, que la sangre de hombres de bien como el juez, Giovanni Falcone, haya sido derramada en vano. En que puede creer un ciudadano de a pie, cuando le arrebatan por la fuerza los hombres justos de referencia y confianza en el ser humano. Un país como el nuestro, que permite que jueces como Balatasar Garzón, estén fuera de la carrera judicial, y magistrados como, Francisco Pérez de Los Cobos, metiendo las manos en el cajón del pan de la imparcialidad, es un país, cuando menos, enfermo y de dudosa honestidad. En eso nos están convirtiendo nuestros actuales políticos, en una nación que es poco de fiar, porque hasta tiene que devolver subvenciones a Europa, cobradas o gastadas, indebidamente. Somos unos pillos sin credibilidad, a los ojos de la vieja Europa. ¡Que vergüenza! ¿En cuantos partidos se va a subdividir desde la transición política, ese cajón de sastre con trajes a medida para pícaros y corruptos que es el antiguo PA, dimanante de la Alianza Socialista de Andalucía que emerge en el tardío franquismo?. Dice el obispo de San Sebastián que las víctimas del terrorismo deben perdonar a los etarras, para así cerrar el ciclo. ¿No sería mejor que antes, sean los terroristas los que pidan perdón y entreguen las armas? Un malpensado, creería que el buen obispo mitrado, equipara en importancia tanto a víctimas como verdugos, y eso me parece de una miopía política y religiosa, galopante. Debe el ensotanado clérigo, antes que solicitar acciones benignas del sector dolido, dejar zanjado y para siempre, el arrepentimiento de todos y cada uno de los verdugos, fanáticos de la ikurriña y el tiro en la nunca. Sólo entonces podrá el futuro purpurado, equiparar posturas, que a pesar de los gestos de buena voluntad no atisbados aún, siempre ofrecerían ventaja eterna de aquellos que perdieron a un ser querido, frente a quienes se los arrebataron por la fuerza criminal de la sin razón. Por cierto. Hay que ver cuanto tarda en morir un etarra con cáncer terminal. Debe ser que tener malas entrañas, prolonga la vida. Agur, gero arte.

martes, 20 de agosto de 2013

ESTUDIO CON VISTAS AL ALBAYZÍN

ESTUDIO CON VISTAS AL ALBAYZÍN Tito Ortiz.- Éste verano de reposiciones hasta el corvejón, de rosas y mohedanos, de Bárcenas, Alaskas y Marios, me he vuelto a refugiar en la radio, admitiendo el aparato como animal de compañía, y dándole un descanso a la televisión, que para la próxima temporada, promete más fútbol y menos cultura. Qué raro, ¿no?. Y entre el récord de muertos por ahogamiento en playas y piscinas, y el repunte de los contratos basura a media jornada de dieciséis horas al día, todo parece empujarme al sofá frente al ventilador, para caer en duermevela, pero eso sí, con los casquitos puestos para escuchar el invento de Marconi, que ha diferencia de las televisiones, las radios no cierran por vacaciones, y te mantienen el gusanillo de la curiosidad, más allá del tinto de verano don simóm. Me acomodo en el sofá, entorno los ojos en mi frecuencia favorita, y parezco volver a los años setenta, en aquel tres plazas de escay, que se encontraba en el estudio de Grabaciones de Radio Popular de Granada. Un sofá por el que pasaron los más grandes de la época, y que tenía el privilegio de estar situado bajo una ventana con vistas Albayzín. Por aquel estudio con vistas al barrio granadino por excelencia, y por aquel sofá, se contaron mil y una historias que hoy son leyendas de la radio hispana. Allí sentados cantaron con la ventana abierta a la vida, todos y cada uno de los personajes de “Manifiesto Canción del Sur”. Desde Antonio Mata a Carlos Cano, todos pusieron voz a la libertad, conducidos por la melena plata de Juan de Loxa, que desde el mismo estudio, la misma ventana al Albayzín y el mismo sofá de escay, bordó en bastidor de aire, pespunte a pespunte, por las ondas, un programa universal llamado “Poesía 70”, que jamás ha sido superado, por mucho que durante décadas los hayan intentado en Radio 3. Aquel estudio, cuyo muro izquierdo sostiene el campanario del Sagrado Corazón de Jesús, en mitad de la Gran Vía, tiene entre sus paredes acolchadas con hueveras de cartón, la historia viva del flamenco granaino, que tras el programa diario de José Delgado Olmos, o el que mandaba grabado en cinta todos los días en la alsina graells, Agustín Gómez, desde Córdoba, dio paso a otro que permitió tener en vivo y en directo, a las buenas voces del momento, que desinteresadamente, y a veces, hasta poniendo el vino y la tapa, desparramaron su arte, haciendo posible un programa de flamenco de Graná, pa los granainos. Allí hablaron por primera vez en la historia, Pepe Heredia y Mario Maya, de un proyecto al que llamaron, “Camalemos Naquerar”. Allí se gestó el “Ay Jondo” de Juan de Loxa. Por aquel sofá de escay, con ventana abierta al Albayzín, dejaron su voz, entre otros muchos, Juan Antonio Cuevas Pérez, “El Piki”, Enrique Morente, Javier Montenegro, Curro Vega, Antonio Trinidad, Curro Andrés, o Ángel Rodríguez,“Chanquete”, en tardes noches y madrugadas, de eternas grabaciones sin rectificar, en las que el arte y el buen humor, estaban al servicio de la amistad, con las guitarras colaboradoras siempre de: Francisco Manuel Díaz, Antonio de Pinillos, Miguel Molina Ochando, o Rafael Santiago “Habichuela”. Sesiones memorables fueron, por ejemplo, las de Manuel Avila, por la hipoacusia al final de sus días, la de Isidro Alba, que bordaba la soleá apolá del Niño de Jun, o Juan “El Canastero” con sus tangos del camino. Por aquel sofá de escay pasaron doctores en flamencología, como Miguel Ángel González, o Emilio Fuentes, con cuyas voces, siempre se fundieron las golondrinas del atardecer, porque abrir una ventana al Albayzin mientras se graba, es lo que tiene. Los técnicos no lo llevaban bien, y mi trabajo me costó convencerlos para que vieran que el piar y los trinos de los pájaros sólo enriquecían lo grabado, lejos de enturbiarlo, Así que a regañadientes, lograron másteres irrepetibles, sabios de los mandos como, Arsenio Rodríguez, “El Mago de Las Ondas”, Manuel Martín de La Vega, su hermano, Miguel, Rafael Álvarez de Cienfuegos, o el jefe, Pepe Campos de España. Operadores de sonido históricos, como los magnetofones de carrete abierto con los que trabajaban, creadores de una radio local que siempre tuvo categoría de internacional, gracias a sus guiones y realización. Si, he dicho guiones y realización, algo que por lo visto ya no se lleva, y es la esencia misma de la radio con mayúsculas. Retozo en el sofá, a caballo entre el sueño y la realidad, recuerdo el fandango de Otívar en la voz de mi compadre, “Chanquete”, o el eco inconfundible del amigo de Frasquito Yerbagüena, Manuel Celestino Cobos, “Cobitos”, con el guitarrista de ambos, Miguel “El Santo”. En aquel sofá conversé tantas veces con Manuel Salamanca, que todavía debe tener grabada entre sus arrugas, la lista de Cantes Prohibidos, que no debían ejecutarse en la Peña La Platería. Y en esa reliquia de escay, bajo la ventana que da al Albayzín, se sentó muchas tardes, Manuel Martín Liñán, para relatarme la de personas que habían colaborado, en la compra del Carmen de la Placeta de Toqueros, firmando letras con gastos de a veinte duros, mientras tocaba la guitarra por granainas, como sus bodegas, entre Alhóndiga y Párraga. El Vílchez, con su amplia sonrisa, siempre estuvo dispuesto a acompañar a quien hiciera falta, en aquel viejo estudio de grabación, donde los ecos flamencos iban y venían, como los cantes, desde el Albayzín... a Granada.

viernes, 9 de agosto de 2013

ME MUERO

ME MUERO Tito Ortiz.- Llevo sesenta años muriéndome. Esto es un sinvivir, que no hay cuerpo que lo aguante. Tengo la sensación de que empecé a morirme, justo en el momento de nacer, pero por lo visto, es todo cuestión de tiempo. Unos morimos antes que otros, sin que podamos hacer nada, a no ser que pretendas acortar la estancia y decidas poner fin al asunto por imperativo personal. Si no es así, la cosa tiene fecha de caducidad, pero no hay forma de verla en ningún lugar del envase. Con lo que yo miro mi cuerpo – incluso a través del espejo – y no detecto fecha alguna que como el sello de los mataderos, diga cuando entonaré el canto del cisne. O más claramente, el adiós a la vida de Tosca. Tiene perejiles, que de lo único que tiene uno certeza al venir al mundo, es de que va a palmar. Tarde o temprano, pero palmar, palmas. Nadie te dice como va a ser tu vida. Si serás rico o pobre, listo o lerdo, feo o guapo, de ésta o de aquella acera. Nada de nada. Te dejan que lo vayas descubriendo tú y, que te zurzan. Que bien pensado, es toda una aventura, porque no saber cuando vendrá a por ti la parca, a que clase social pertenecerás, que educación tendrás y que salud disfrutarás, no deja de tener su aliciente, teniendo en cuenta que yo siempre he valorado mucho la belleza de lo desconocido. Que vete a saber, por qué diablos, me apasiona a mí tanto el no saber las cosas, cuando la capacidad de sorpresa la tengo por los suelos. Vamos, más baja, que la credibilidad de un político. Pero es que esto de vivir, me lo estoy tomando cada vez con menos ganas, no sé si tengo la tensión baja, o es que hace mucho tiempo, desde la última vez que... El Caso es, que no tengo ganas ni de mirarme. Estoy muy desanimado por el poco tiempo que hemos tardado en cargarnos una democracia incipiente, que prometía, pero que no hemos logrado que llegue a las listas abiertas, a la democracia interna en los partidos y a la independencia del poder judicial. Todo esto me tiene más quemado, que el responsable de imagen del ex portavoz del gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, que acierta menos en su discurrir, que el diputado ex actor, Toni Cantó, con sus mensajes de twitter. Todo un alarde de soplapollez extrema, del que deberían rendir cuentas a los ciudadanos que les pagamos sus buenos sueldos, sometiéndose periódicamente – cada diez minutos – a un tés de alcoholemia y otro de drogas, o en su defecto, a uno de inteligencia simple, que tampoco quiero yo que vayan a sospechar, lo que en realidad pienso de ellos, no fuera que cayeran fulminados. Éste subgénero humano al que votamos cada cuatro años para que nos represente, ha logrado cosechar, el mayor descrédito en menos tiempo, desde que tenemos noticias del ser humano representante de las criaturas. Ellos son los únicos responsables del nulo entusiasmo de la población por ir a las urnas, ya que de todos es notorio, lo que el saber popular divulga: Ningún partido se libra. Todos en mayor o menor medida, - dependiendo de cuanto manden - tienen entre sus filas a miembros distinguidos de la delincuencia política, y lo que es peor, hemos permitido que gentes sin oficio ni beneficio, se hayan convertido en profesionales del asunto, sin otra experiencia en la vida, ni laboral, ni de estudios, lo que sin duda nos llevará tarde o temprano, a ser víctimas de éstos políticos de invernadero, inmunes a la ética, la razón, la solidaridad, y hasta a la vergüenza. Claro que si la casa real está como está, ¿cómo pretendemos refugiarnos en nuestros representantes?. Los pocos honestos que quedan, deben retirarse a sus cuarteles de invierno, para así distinguir con claridad el grano de la paja. Hay que dejarlos en evidencia, al igual que los curas pederastas, los magistrados militantes de formaciones que los nombran, olvidándose de que la mujer del Cesar también debe aparentarlo. Magistrados que se cebaron con Garzón y ahora poco a poco van dando su verdadera cara, como la que tiene el nuevo abogado de Bárcenas, a la sazón, ex magistrado que quiso encarcelar al difunto Polanco, por orden del eterno candidato al retorno presidencial, virrey de Las Azores. Gentes sin escrúpulos que se llenan los bolsillos a manos llenas, cuán jugador de balonmano emparentado con la nobleza, que hacen de la militancia política, su herramienta para enriquecerse a la velocidad del rayo, burlando, - sino a la justicia - a la honestidad y la ética, masacrando la honradez que debe orlar a todo político con vocación de servicio a los demás, dietas, kilómetros y gastos de representación, aparte. Si hace unos años, los padres demudábamos “la color” y nos daban palpitaciones, cuando un hijo nos decía que quería estudiar Bellas Artes, o una hija quería ser artista, ahora nos ponen al borde del patatús, cuando se nos revelan con una vocación política, que les lleva a afiliarse sin parpadear. ¡Niña! Si vuelves a insinuarme, siquiera, que te quieres dedicar a la política... vamos, es que te encierro en un convento.