miércoles, 10 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD

FELIZ NAVIDAD

Tito Ortiz.-

Digo y mantengo, que Granada es una parte del mundo donde se vive cercano al paraíso, aunque sea el de Soto de Rojas, que aparte de no existir nada más que en el papel como letra impresa, para colmo, está cerrado. Tal incongruencia sólo se suele dar en esta tierra tan atávica, indolente, y resignada a su triste destino, que será – yo no lo pongo en duda – muy bello, pero muy triste y fatalista, como todo lo de aquí. Si recogemos algunos titulares de los últimos días, observaremos con pavor, que el espectáculo que Granada ofrece en la actualidad como realidad social, es auténticamente dantesco. Porque sospecho que no atraemos muchas inversiones empresariales, con el estudio que UGT puso sobre la mesa, en el que los granadinos batimos récords en aguantar de baja laboral, estando la cifra media cercana al mes. Eso es aguantar, y no lo que hacen los buceadores. Pero como tenemos para todos los gustos, no es cuestión baladí, que la precariedad laboral en materia de contratos y sueldos, alcance en la provincia de la Alhambra hasta el noventa y tres por ciento, de lo que se deduce, que sólo siete de cada cien trabajadores, poseen un contrato en regla y un sueldo digno. Pero que nadie comience a llorar, porque me faltan los datos mas asombrosos, y los que de verdad nos hunden en la miseria. Es en la provincia granatensis donde más ha subido la cesta de la compra, mientras vemos con absoluta templanza, como van desapareciendo los vuelos baratos y no tan baratos, de nuestro aeropuerto compartido con los hermanos jiennenses, al tiempo de que como fragmento territorial último al sur de Europa, somos desde hace años, los más atrasados y subdesarrollados, a la espera de una “T” invertida, que nos conecte con el Mediterráneo y con el Atlántico, que pueda sacar mercancías del Puerto de Motril en dirección a Madrid, como atraque más cercano a la capital del reino, y compensar así a estas alturas, que carecemos de metro, AVE, y otras infraestructuras, que ya se han envejecido en otras autonomías, o incluso en la otra parte de la nuestra.

Algo si mantenemos: La regularidad en casos y denuncias por violencia de género, accidentes laborales mortales, pérdida de empleo, último lugar del país en renta percápita, las zonas “ecológicas” para los contenedores del reciclaje, convertidas en comederos de insectos y ratas, y un transporte metropolitano, cuya rapidez y frecuencia, entra en los parámetros de las antiguas diligencias y coches de postas, sin olvidar a los taxistas que impiden que tengamos servicio adecuado en el área poblacional del cinturón. A todo esto deberíamos añadir que, la red de carreteras provinciales, en su mayoría, mantiene el trazado de los reyes católicos, y el estado del firme y las curvas, anterior a la república. No hay más que intentar acceder a la Alpujarra, Los Montes, o visitar el Norte. Es esta la ciudad de la quimera, donde los discursos reales, con entidad de auténticos estadistas y análisis certero, no están en la voz de los políticos que nos gobiernan, dada su cortedad de miras y precariedad intelectual, sino en la de aquellos que fueron fagocitados prematuramente de la vida pública por sus propios partidos, y al pasar de muchos años, todavía no han sido capaces de reemplazarlos por compañer@s , que puedan desatarles la correa de las sandalias. Granada tiene en su casa, o en instituciones donde no tocan bola, convertidos en fantasmas con memoria, a las mentes preclaras necesarias para sacarnos del subdesarrollo, pero tristemente, los que tienen la obligación de hacerlo, carecen de la capacidad intelectual imprescindible para llevar los proyectos a cabo, que por no tener, ni tienen capacidad para dialogar con el contrario, buscando el bien común de la sociedad a la que representan. Jamás esta ciudad y su provincia, estuvieron más abandonadas a su suerte, dado el bajo nivel de quienes nos representan. Así no hay forma de ganarle el pulso al futuro. ¿ Qué están haciendo con nosotros?, que además somos los que les hemos contratado por cuatro años para que nos resuelvan los problemas. Con nuestro voto, les hemos proporcionado sueldos de lujo, transporte preferente y un nivel de vida envidiable. Lo menos que pueden hacer, es resolvernos los problemas, y no gastar su tiempo y energías en vanas peleas de contrincantes políticos acatetados, que intentan poner la frontera y la aduana, entre villa oreja de arriba y la de abajo. Esto no es un pueblo señores. Esta es una ciudad milenaria con una historia tan grande, que les sobrepasa a ustedes. Y una provincia tan rica, que a base de perder trenes, ya no hay forma de hacerla creer en su futuro. Entre la crisis que a nadie afecta y la ineptitud de sus señorías, si usted querido lector quiere visitarme, estoy a la entrada del cubo de la Alhambra, expendiendo los números por riguroso orden, para todos aquellos que decidan que ya no pueden más, pero como estamos en tiempos de recortes, voy a poner otro dispensador de tíquest numéricos en el Tajo del Pollero, que siempre queda mas a mano, y permite un último paseo por el de Los Tristes. Por favor no se me aglomeren, que hay para todos. A fin de cuentas, ya lo dijo mi director espiritual: La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso, y aplicar después los remedios equivocados. Ahí queda eso.